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Hola soy Moliere, un perro en la red. Mi raza es Golden Retriever, aunque no le paro a eso porque perro es perro. Soy humanista y de izquierdas, por lo que se me puede catalogar como revolucionario y anti imperialista. Tengo un gran olfato político, lo que me ha consagrado como analista y generador de escenarios predictivos. Como soy perro, entro a todos lados como perro por su casa...

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...esto si que me ha dado algunas ventajas comparativas. He creado un Blog porque la gente desconoce el punto de vista perruno, no saben que opinamos de la política, del arte y la farándula, de la ciencia y la cultura, desconocen cuales son las cosas que nos hacen reír o entristecer. Si señor, de ahora en adelante... hay un perro en la red.

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La crisis de los ‘subprime’ se extiende en EEUU


Si bien hasta ahora sólo se limitaba a las hipotecas de mayor riesgo, ya empieza a afectar a otras categorías de préstamos inmobiliarios.

El presidente de la Reserva Federal norteamericana, Ben Bernanke, afirmó la semana pasada que "el nivel elevado de falta de pago y de embargos inmobiliarios no se limita a los 'subprimes'", avizorando un primer signo del avance de la crisis.

Una segunda señal a los mercados fue emitida por la agencia Standard and Poor's, la que anunciaba el jueves que la tasa de incumplimiento de pago en los préstamos considerados 'Alt-A' -categoría situada entre la 'subprime' (arriesgada) y la 'prime' (poco arriesgada)- estaba en fuerte alza en febrero.

La base de atribución de los préstamos “Alt-A” radica en el historial de pagos. Su evaluación no debe revelar incidentes en pagos, condición no requerida para los 'subprime'.

La separación en el tiempo en el aumento de los incumplimientos de los “subprime” –registrada hace más de un año atrás- y el de los préstamos “Alt-A”, que recién ahora empieza a experimentarse, se explica, prima facie, porque estos últimos fueron emitidos masivamente hasta 2007, más tarde que los 'subprime'.

La agencia Standard and Poor's precisó que la tasa de incumplimiento en los préstamos 'Alt-A' emitidos en 2007 alcanzó el 10% en febrero, una subida del 14% respecto a enero.

La estructura de estos préstamos, que permiten a menudo fijar mensualidades bajas durante los primeros meses o años de pago, se encuentra también en la explicación del efecto retardado de la crisis en ellos en relación a los ‘subprime’.

Las bajas cuotas iniciales, sin embargo, no impidieron que el monto adeudado creciera, lo que, sumado a la tendencia a la baja de los precios inmobiliarios, provocó que cada vez más hogares ingresaron en esta situación.

"Para una familia modesta se trata de mucho dinero", dijo Mark Adelson, del gabinete Adelson and Jacob Consulting.

Y como ocurrió en el caso de los 'subprime', el deterioro del mercado de los 'Alt-A' está de rebote transmitiéndose a los mercados financieros.

El 6 de marzo la agencia Fitch ubicó 160.000 millones de dólares en títulos asociados a los préstamos 'Alt-A' bajo vigilancia negativa, lo que implica que planea degradarlos.

En caso de rebaja de la nota de estos títulos, los bancos que aún los tienen en sus portafolios estarían obligados de pasar nuevas depreciaciones de activos.

"Hay una posibilidad razonable" de que la degradación del mercado de los 'Alt-A' desencadene una nueva ola de depreciaciones", opinó Adelson.

Joseph Stiglitz: Esta crisis es la peor desde la Gran Depresión


Wellington, 19 de marzo. El premio Nobel de Economía, Joseph Stiglitz, aseguró hoy en Nueva Zelanda que la actual crisis financiera es la peor que atraviesa el mundo desde la Gran Depresión de los años 30.

En su opinión, el recorte de tasas que el martes realizó la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) no tendrá relevancia alguna. Stiglitz lamentó que el gobierno del presidente George W. Bush asistiera económicamente a bancos, pero no hiciera nada para que la gente pobre pueda permanecer en su casa, lo que contribuiría a estabilizar el mercado de la vivienda.

“Tendrá algo de impacto, contendrá un poco la sangre, pero no está enfocado a los problemas fundamentales que subyacen al colapso del sector financiero”, explicó.

Stiglitz, distinguido con el Nobel de Economía en 2001, estuvo al frente del Banco Mundial y dirigió el comité de asesores económicos del ex presidente estadunidense Bill Clinton.

Para el economista, que se encuentra en Nueva Zelanda para impartir unas conferencias, el problema principal es el hecho de que se calcula que unos 2 millones de estadunidenses van a perder sus casas porque no pueden pagar sus créditos, que exceden el valor de las propiedades, ya que los precios de la vivienda han sufrido un considerable retroceso.

“Es muy sencillo hacer algo al respecto”, añadió, y propuso que el gobierno estadunidense ayude a reducir el valor de las hipotecas hasta 90 por ciento del valor de una vivienda, lo que permitiría a la gente a conservar sus propiedades.

En Washington, el vicepresidente de Estados Unidos, Dick Cheney, dijo que la economía atraviesa “un sendero turbulento”, un día después de que el secretario del Tesoro, Henry Paulson, reconoció que la economía de Estados Unidos está en un “fuerte declive”, y luego que la Fed recortó las tasas de interés en tres cuartos de punto (0.75 por ciento) para dejar la tasa rectora en 2.25 por ciento.

En otro intento por incentivar el sistema financiero de la principal economía del mundo, el gobierno estadunidense flexibilizó este miércoles las regulaciones sobre las dos mayores financieras hipotecarias del país, Fannie Mae y Freddie Mac, para permitirles comprar más hipotecas e inyectar unos 200 mil millones de dólares al mercado hipotecario.

La Oficina Federal de Supervisión de Mercado Inmobiliario (OFHEO, por sus siglas en inglés, y órgano regulador del gobierno) levantó con efecto inmediato restricciones a las firmas Fannie Mae y Freddie Mac para que jueguen un papel más importante en estabilizar a los mercados hipotecarios. La OFHEO dijo que las financieras podrán comprar o garantizar hasta 2 billones de dólares en hipotecas este año, al reducirles a 20 por ciento, desde el 30 por ciento anterior, el monto de capital extra que las compañías eran obligadas a retener, luego de irregularidades contables en ambas firmas.

Por otro lado, la Asociación de Banqueros Hipotecarios dijo que las solicitudes de hipotecas disminuyeron 2.9 por ciento, a 652, en la semana concluida el 14 de marzo, el nivel más bajo desde diciembre.

Además, el banco Lehman Brothers Holding recibió un préstamo de una nueva línea de crédito de la Fed que abrió directamente para los bancos de inversión. El diario New York Post informó que el presidente de Bear Stearns busca un comprador que mejore la oferta de 2 dólares por acción que anunció JP Morgan el pasado domingo.

A 5 años de la guerra de Bush



El dólar se viene abajo, se desploman Bolsas de Europa y Asia

LONDRES 17 de marzo 2008 - El dólar aceleró este lunes su desmoronamiento ante el euro y el yen por la agravación de la crisis en Estados Unidos, marcada por la venta a un precio irrisorio del banco Bear Stearns, y provocó simultáneamente una nueva caída de las Bolsas asiáticas y europeas.

El euro marcó un nuevo pico histórico a 1,5905 dólares tras saltarse en cuestión de minutos los niveles de 1,57 y 1,58 dólares. El récord precedente, de 1,5668 dólares, se registró la noche del viernes.

El dólar también se hundía frente a la divisa japonesa, muy por debajo de los 100 yenes, un suelo que tocó la semana pasada por primera vez en doce años. El billete verde se negociaba a 95,75 yenes a las 02H25 GMT.

A las 06H00 GMT, el dólar se tomaba un respiro en torno a 96,95 yenes, en tanto que el euro valía 1,5852 dólares.

La divisa norteamericana está pagando estos días el deterioro de la situación económica en Estados Unidos. La impresión de crisis se reforzaba en los mercados con la compra a precio de saldo por el banco norteamericano JPMorgan de su rival Bear Stearns, al borde de la quiebra.

Las Bolsas fueron sacudidas.

El índice Nikkei 225 de la Bolsa de Tokio sufrió un bajón del 3,71% y quedó por debajo del nivel psicológico de los 12.000 puntos por primera vez desde agosto de 2005, después de perder hasta 4,50% a primera hora de la tarde.

En Hong Kong, el índice Hang Seng cayó 5,18% y en Shanghai el índice compuesto cerró en baja de 3,6%.

Las pérdidas fueron generales: -2,30% en Sydney; -1,61% en Seúl; -2,08% en Nueva Zelandia; -1,91% en Taipei y -3,25% en Manila.

A las 06H05 GMT, el Straits Times de Singapur cedía 1,61% y el Sensex de Bombay 3,86%.

La jornada se anuncia difícil también en Europa.

La Bolsa de París perdía 2,62% a las 08H10 GMT, a 4.471,95 puntos, pasando por primera vez por debajo de los 4.500 puntos desde el 16 de noviembre de 2005. El índice CAC-40 de los principales valores de esa plaza se depreció un 20% en lo que va del año.

En Londres, el Footsie-100 empezó las operaciones en baja de 1,92%, a 5.523,30 puntos; en Francfort, el índice Dax perdía 1,41%, a 6.360,92 puntos.

La Bolsa de Estanbul sufría una tremenda depreciación, de 7,30%, a causa de la crisis política provocada por un recurso judicial que pide la prohibición del partido en el poder por "actividades que atentan contra el laicismo".

"El malestar y la sensación de inseguridad del mercado respecto a la economía norteamericana es lo que afecta al dólar", explicó Masaki Fukui, economista de cambios de Mizuho Corporate Bank.

"La baja de la tasa de descuento por la Fed sólo sirve para subrayar que la crisis es muy seria", añadió.

La Reserva Federal estadounidense (Fed, banco central) redujo la noche del domingo un cuarto punto porcentual su tasa de descuento -que aplica a sus préstamos a las grandes instituciones financieras- de 3,50% a 3,25%, y creó una nueva facilidad de crédito para ayudar a los grandes bancos a garantizar sus préstamos.

Los observadores esperan ahora que la Fed baje de forma drástica su principal tasa rectora en la reunión del martes, o incluso antes.

La rauda depreciación del billete verde es un problema serio para los países que exportan mucho a Estados Unidos, empezando por Japón.

"Estamos preocupados porque los movimientos son excesivos", se lamentó el ministro japonés de Finanzas, Fukushiro Nukaga, y añadió que no tiene una "idea concreta" sobre las acciones más pertinentes para corregir la situación, palabras que parecen excluir una intervención de Japón en el mercado de cambios.

Según Kazuhiro Takashi, un responsable del servicio de corretaje de Daiwa Securities SMBC, la venta a precio de saldo de Bear Stearns ha metido el miedo en el cuerpo a los inversionistas japoneses.

"El precio de venta, de dos dólares (por acción), es tan bajo que da que pensar acerca del precio de otras instituciones financieras", comentó.

"Queda por saber ahora si las otras medidas de la Reserva Federal ayudarán a restablecer la confianza de los inversores", comentó Krishna Dwi Setiawan, analista de Valbury Asia Securities en Yakarta.

Comenzó la quiebra de la economía de EE.UU.

Ha comenzado la quiebra de la economía de EE.UU. Fue anunciada el miércoles por la mañana, el 13 de junio de 2007, por los escritores de economía Steven Pearlstein y Robert Samuelson en las páginas del Washington Post, uno de los medios más destacados y preferidos de la elite monetaria de EE.UU.

La columna de Pearlstein tenía por título: El boom de la captura de empresas a punto de quebrar" relacionada con la extraordinaria cantidad de deuda incurrida comparada con los beneficios reales de las compañías "capturadas" .

En lenguaje notablemente alarmista para las páginas usualmente ultra-insulsas del Post, Pearlstein escribió: "Es imposible predecir con exactitud cuando de llegará el momento de la verdad y todos terminen por darse cuenta de que los precios que son pagados por esas compañías, y la deuda incurrida para apoyar las adquisiciones, son insostenibles. Cuando eso ocurra, no será nada bonito. En general, caerán los precios de las acciones y las valoraciones de las compañías. Los bancos anunciarán dolorosas pasos a pérdida, algunos fondos de alto riesgo cerrarán sus puertas, y los fondos de inversión informarán de rentabilidades decepcionantes. Algunas compañías se verán forzadas a la bancarrota o a la reestructuración."

Además, "la caída de los precios de las acciones llevará a las compañías a reducir sus contrataciones y sus inversiones, mientras los gobiernos se verán obligados a aumentar los impuestos o a reducir los servicios, ya que disminuirá el ingreso en concepto de impuestos sobre las ganancias de capital. Y la combinación de la reducción de la riqueza y de las mayores tasas de interés terminará por llevar a los consumidores a dar marcha atrás en su consumo financiado con deudas. Sucedió después de los colapsos de los bonos basura y los "ahorros y préstamos" a fines de los años ochenta. Sucedió después del descalabro de la burbuja de la tecnología y de las telecomunicaciones a fines de los años noventa. Y sucederá esta vez."

La columna de Samuelson: "El fin del crédito barato," dejó la puerta ligeramente abierta en caso de que el colapso no sea tan severo. Escribió sobre el tema de los aumentos de las tasas de interés: "A medida que aumenta el precio del dinero, la toma de préstamos y la economía podrían debilitarse. La profunda caída inmobiliaria podría empeorar. . Podríamos también descubrir que el prolongado período de crédito barato ha dejado una resaca desagradable."

Otros escritores que escriben desde plataformas menos prestigiosas que el Post han estado hablando también de la aproximación de una quiebra financiera hace un par de años. Entre ellos ha estado el economista Michael Hudson, autor de un artículo sobre la burbuja inmobiliaria con el título: "El nuevo camino a la servidumbre" en la edición de mayo de 2006 de Harper's.

Hudson ha estado hablando en esa entrevista de una "ruptura de la cadena" de pagos que conducirían a un "crac económico prolongado, largo" con "deflación de los activos," "incumplimientos masivos de pagos de hipotecas," y una "inmensa apropiación de activos" por los ricos que puedan proteger su efectivo mediante el lavado de dinero y la protección con bonos en divisas extranjeras.
Entre los que están listos para beneficiarse con el crac está el Grupo Carlyle, el fondo de alto riesgo que incluye a la familia Bush y a otros inversionistas de alto perfil con conexiones gubernamentales que dan acceso a informaciones confidenciales. Un memorando de enero de 2007 a los gerentes de la compañía del socio fundador William E. Conway, Jr., apareció recientemente que señalaba que, cuando termine el actual "entorno de liquidez" – es decir el crédito barato -, la "oportunidad de comprar será una ocasión que sucede una vez en una vida."

El hecho de que el crac esté siendo anunciado en las páginas del Washington Post muestra que es cosa hecha. Los Bilderbergers, o quienquiera que sea al que responde el Post, ya lo han decidido. Deja saber a todos para que no queda duda que es hora de cerrar las escotillas, ponerse a cubierto, acumular dos años de comida en latas, blindar sus activos, lo que sea.

Los que pagarán las consecuencias será la gente de a pie cuyos activos están cargados de deudas, tales como decenas de millones de deudores hipotecarios, millones de jóvenes que adeudan préstamos estudiantiles que según la nueva ley de bancarrota "reformada" en el año 2005 nunca podrán ser cancelados, o vastas cantidades de trabajadores con planes 401(k) [cuentas de jubilación patrocinadas por sus empleadores.] u otros planes de pensión que están combinados con el mercado de valores.

En otras palabras, suena como si estuviéramos en 2000-2002, pero tal vez en una escala mucho mayor. Entonces fue "sólo" el décimo peor mercado de caída de acciones en la historia. Ese entonces se desvaneció un billón de dólares.. Lo que convierte la situación actual en particularmente injusta es que la recuperación precedente que ahora llega a su fin – la de los "desocupados" – fue tan anémica.

Ni Perlstein ni Samuelson llegan al fondo de la crisis, aunque ellos, como Conway del Grupo Carlyle, subrayan el fin del crédito barato. Pero las tasas de interés son fijadas por gente que dirige bancos centrales e instituciones financieras. Podrán ser influenciados por "el mercado," pero el mercado es controlado por gente con dinero que quieren incrementar al máximo sus beneficios.

La clave para lo que está sucediendo es que la Reserva Federal se niega a seguir el modelo establecido durante el prolongado reino del presidente de la Fed , Alan Greenspan, reaccionando ante tendencias económicas tambaleantes con grandes infusiones de crédito como lo hizo durante la burbuja de las " punto.com de los años noventa y la burbuja inmobiliaria de 2001-2005.

Esta vez, el sucesor de Greenspan, Ben Bernanke, se queda tranquilo. Mientras la economía se balancea sobre el abismo, la Fed permite que las tasas se mantengan firmes. La Fed afirma que su política de tasas firmes se debe al peligro de aumentar "la inflación básica." Pero eso no puede ser verdad. El mayor ítem de consumo, casas y bienes inmobiliarios, está sobreviviendo artificialmente. Oficialmente, el desempleo es bajo, pero sobre todo gracias a puestos de trabajo mal pagados en el área de servicios.

Las materias primas han subido, incluyendo los alimentos y la gasolina, pero no es un motivo suficiente para permitir que se sumerja toda la economía nacional.

¿Así que qué sucede en realidad? En realidad, es simple. La diferencia en la actualidad es que China y otros grandes inversionistas del extranjero, incluyendo a magnates petroleros de Oriente Próximo, están diciendo a EE.UU. que si las tasas de intereses bajan, no seguirán llevando su dinero a EEUU. El tan necesario dinero para financiar los tremendos déficit comerciales y fiscal de EE.UU.

Desde luego nos metimos en este aprieto al transferir nuestras fábricas de manufacturas a China y otros mercados de mano de obra barata durante la última generación. La "hegemonía del dólar" está teniendo un efecto contraproducente. En los hechos, China está utilizando sus dólares estadounidenses para reemplazar al Fondo Monetario Internacional como prestamista a las naciones en desarrollo en África y otros sitios.


Como un insulto adicional, China ahora podría estar dictando una nueva generación de decadencia para los estadounidenses que se ven obligados a comprar sus productos en Wal-Mart llevando al máximo lo que queda de nuestra deuda disponible en tarjetas de crédito.

Hace cerca de un año, un antiguo funcionario del Tesoro de Reagan, que es ahora un conocido comentarista de la televisión por cable, dijo que China se había convertido en el "banco de EE.UU." y comentó que "ahora es más barato imprimir dinero que producir coches." Ja ja.

Es verdaderamente asombroso que ninguno de los candidatos políticos de la "línea dominante" de cualquiera de los partidos haya tratado este tema en su campaña. Lo que pasa es que todos están considerablemente financiados por la elite financiera que se beneficiará no importa cuánto vaya a sufrir la economía de EE.UU. Todos los candidatos, con la excepción de Ron Paul y Dennis Kucinich tratan a la Reserva Federal como si se tratara de la quinta imagen grabada en el Monte Rushmore. E incluso los así llamados progresistas guardan silencio. El fin de semana antes de que aparecieran los artículos de Perlstein/ Samuelson, hubo una inmensa conferencia progresista en Washington, llamada "Taming the Corporate Giant" [Domando al gigante corporativo]. Ni una sola sesión fue dedicada a temas financieros.

¿Qué es probable que ocurra? Yo sugeriría cuatro guiones posibles.

1.
Aceptación por la población de EE.UU. de una prosperidad disminuida y de un rol en decadencia en el mundo. Sonríe y aguanta. Vive con tus padres hasta que tengas cuarenta años en lugar de treinta. Trabaja dos o tres trabajos en tiempo parcial, si puedes encontrarlos. Muere joven si pierdes tu atención sanitaria. Declara bancarrota si puedes, o simplemente escápate de tus deudas hasta que vuelvan a imponer la prisión para deudores como lo han hecho en Dubai. Mientras tanto, China compra más y más propiedades, casas y negocios en EE.UU., como han sugerido economistas cercanos a la Reserva Federal. Si eres un inmigrante ilegal emprendedor, diviértete aumentando la economía clandestina, evita las licencias y los impuestos para negocios, y alquila grupos de casas a tus amigos.

2.
Los tiempos de crisis económica producen tensión internacional y los políticos tienden a ir a la guerra en vez de tener que escuchar la fea melodía de la economía. El ejemplo clásico es la depresión mundial de los años treinta que condujo a la Segunda Guerra Mundial. Las condiciones en los próximos años deberían ser tan malas como entonces. Podríamos tener una guerra verdaderamente grande si EE.UU. decide de una vez por todas armarse de valor y arremeter contra China, o quien sea. Si ya no quieren nuestros dólares o nuestros Bonos de deuda, ¿qué tal si les tiramos unas buenas bombas nucleares?

3.
Tal vez terminemos por tener finalmente una revolución sea de la derecha o del centro involucrando ley marcial, suspensión de la Declaración de Derechos, etc., combinada con alguna especie de dictadura militar o de trabajo forzado. En todo caso ya vamos a mitad de camino en esa dirección. Olvídate de una revolución de la izquierda. No les gustaría que alguien se enojara con ellos por ser demasiado radicales.

4.
¿Podría haber un verdadero intento de reforma, tal vez incluso un intento, aunque sea, sólo de volver al Nuevo Trato? Ya que las causas de la crisis son monetarias, así lo serían las soluciones. El primer paso sería que el Sistema de la Reserva Federal fuera abolido como un banco de emisión y una transformación del sistema de crédito de la nación en un servicio público genuino por el gobierno federal. De esta manera podríamos reconstruir nuestra infraestructura manufacturera y pública y desarrollar una política de garantía de los ingresos que beneficiaría a todos.

Esta última es la única solución sensata. Existen reformadores monetarios que saben cómo hacerlo si alguien les da una pequeña oportunidad.

Richard C. Cook es autor de "Challenger Revealed: An Insider's Account of How the Reagan Administration Caused the Greatest Tragedy of the Space Age." Analista federal en retiro, su carrera incluyó trabajo con la Comisión del Servicio Civil de EE.UU., la Administración de Alimentos y Drogas, la Casa Blanca de Carter, y la NASA , seguidos por veintiún años con el Departamento del Tesoro de EE.UU. Ahora es un escritor y consultor basado en Washington. Su libro "We Hold These Truths: The Hope of Monetary Reform," será publicado más adelante durante este año. Su sitio en la Red se encuentra en: www.richardccook.com

 
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