Hola soy Moliere, un perro en la red.
Mi raza es Golden Retriever, aunque no le paro a eso porque perro es perro.
Soy humanista y de izquierdas, por lo que se me puede catalogar como revolucionario y anti imperialista. Tengo un gran olfato político, lo que me ha consagrado como analista y generador de escenarios predictivos. Como soy perro, entro a todos lados como perro por su casa...
...esto si que me ha dado algunas ventajas comparativas. He creado un Blog porque la gente desconoce el punto de vista perruno, no saben que opinamos de la política, del arte y la farándula, de la ciencia y la cultura, desconocen cuales son las cosas que nos hacen reír o entristecer. Si señor, de ahora en adelante... hay un perro en la red.
"Canción a canción, lucha a lucha, iremos formando la canción que cante al pueblo que nos ha cantado siempre... Mientras tanto, debemos poner nuestras manos y voces para que el corazón de los hombres que andan en su propia búsqueda no se caiga en el camino hacia la definitiva barricada... Toma tu guitarra, empuña tu conciencia y canta.
Apunta tu compromiso contra quienes hacen que exista gente de nuestro pueblo viviendo sólo un poquito mejor que los animales...
"No cantar es perdernos" escribió un poeta amigo, hacen millones de balas...
Que mi canto no se pierda..." ALÍ PRIMERA
Alí Primera fue un músico, poeta, compositor y activista político comunista venezolano. Nació en Coro, Edo. Falcón, el 31 de octubre de 1942, y falleció en Caracas, el 16 de febrero de 1985. Su obra fue por la Verdad, Unión, Conciencia del Pueblo y Amor. Es el único de los cantautores que siempre lucho por la vida ,y a la vida que el le canta no termina en muerte.
Soñador que arriesgó su vida su lengua lisonjera esparce la verdad pura su corazón noble y altivo todavía nos cautiva su voz en mis sueños encantada se escucha
Turpiales radiantes recitan para ti Mientras rojas corocoras vuelan junto a tu alma Araguaneyes florecen para hacerte sentir que la causa sigue viva valiente camarada
Rompiendo injusticias con tu armónico fusil Iluminas oscuranas de la patria latinoamericana Dejas huellas eternas plasmadas en nuestro vivir advirtiendo tempestades con tu alerta temprana
Seguirán tus palabras ardientes sonando en este mundo pequeño a tus gigantes designios Corazones desobedientes andarán despertando combatiendo apasionados la barbarie y el abismo de opresores miserables que están acechando
En los ojos del obrero he podido verte En el vientre campesino sentir tu palpitar Entre los estudiantes tu rebeldía siempre Con los revolucionarios está tu lugar
Hombre de la canción necesaria nos brindas tus anhelos, tus embelesos, tus querencias, esos también son nuestros sueños
Venezolano que al pueblo engrandeces... Inmortal artista del universo así yo te siento.
Hoy es lunes, me desperté pensando que sería un día rutinario pués había olvidado la fecha, pero al ver a todos aun durmiendo me percaté que no era un día normal, corrí a la computadora y descubrí que estamos en carnaval, emocionado voy a los cuartos y despierto a todos, todavia es temprano en la mañana y puedo inducirlos a salir a pasear. El acuerdo fue total, iremos a la playa.
Aprovechando el azueto de carnaval nos escapamos hacia una de las más hermosas playas del Edo. Falcón, en Venezuela. Esta playa está situada en el extremo norte del país, su entorno es agreste y la vegetación es xerófila, pero una duna gigantesca de dorada arena cae de repente sobre el mar formando un paisaje que invita y cautiva. Estoy hablando de la playa del "Cabo San Roman". Antes de llegar a la playa, a la que solo se puede acceder en vehiculos todo terreno, hicimos escala en el faro. Pude ver que había sido restaurado y lucía muy bien, siempre erguido y soportando la brisa fuerte y permanente que sopla en este aislado rincón de nuestra patria.
Caminé por los alrededores entre un pedregal interminable y me senté a meditar frente al mar y a observar lo maravilloso de la naturaleza, al mismo tiempo que me preguntaba por qué los humanos se empeñan en destruir todo a su paso. Me imaginé estos bellos parajes llenos de edificios, casinos, bullicio y contaminación y pensé cuanto tiempo pasará para que la voracidad humana se trague el paisaje.
Salí de mis cavilaciones cuando oí que me llamaban para proseguir el camino hasta la playa, faltaban escasos kilómetros para llegar.
Mientras nuestro vehículo avanzaba, imaginé las suaves partículas de dorada arena y las cálidas, transparentes y limpidas aguas del cabo, una punta de tierra que se interna en el mar Caribe.
Al fín llegamos, hemos recorrido 500 Kmts. desde que salimos de casa y estoy ansioso e inquieto, no veo el momento de meterme en el agua. De repente allí estaba ella, acompañada por una amiga y su familia, era una morena hermosa y radiante. Cruzamos la mirada y yo quede fulminado de amor, sus ojos brillantes, su piel de seda, su negro pelo, sus hermosas piernas, su figura de concurso y la perfecta dentadura que mostraba a traves de su sonrisa, me enamoraron de inmediato. Este viaje prometía ser inolvidable.
No podía dejar de observarla, pero su familia estaba muy pendiente de ella y yo no encontraba el momento para acercarme, quería que todo fuese perfecto. Pude ver como corria alegre por la playa y luego como se acostaba sobre la arena y me miraba con picardía, como seduciéndome pero timidamente. Yo seguía hipnotizado por tanta belleza y haciendo un esfuerzo enorme, salí del trance para escurrirme lentamente hacia ella. Yo sabía que su familia me observaba, por lo que me porté como todo un caballero. Al poco tiempo ya corriamos juntos por la playa o nadabamos muy cerca el uno del otro, ya nuestros cuerpos se rozaban discretamente y podía sentir la suavidad de su piel que me enamoraba más a cada instante.
La tarde fue cayendo poco a poco y el sol se ponía sobre un firmamento despejado que mostraba un color rojizo desde unas nubes lejanas y difusas, solo el graznido de las aves marinas rasgaban la tranquilidad del día. Dentro de poco debiamos partir, ella con un rumbo y yo con otro, quedaba poco tiempo para nuestro amor. Aprovechando la confianza de nuestras familias, no fuimos caminando por la playa, mientras un mar cómplice de nuestro amor borraba nuestras huellas con el agua. Nos alejamos de toda mirada curiosa y entre unos arbustos, sobre una suave cama de arena, la hice mía y fuí suyo, nos amamos con la certeza de tener que separarnos, fue maravilloso. Ya no podríamos olvidarnos mutuamente, ya teniamos una historia. A lo lejos sentimos gritos que nos llamaban, nos arreglamos y emprendimos el regreso, luego cuando eramos visibles, corrimos por la playa hacia nuestra separación. Ella llevaba lagrimas en los ojos y yo un gran dolor en el corazón.
Nuestras familias intercambiaron teléfonos y despedidas, nosotros intercambiamos miradas de tristeza y complicidad. Mi corazón saltaba como loco, debí meterme en el vehículo para soportar la despedida y pude ver como se alejaban por el sendero de tierra y arena, endurecido quizá por tantas otras despedidas y por el peso de los todo terreno que lo transitan.
En el regreso estuve en silencio, no podía olvidar cada momento vivido, su belleza, su cuerpo, su olor, nuestro secreto. No se cuando la volveré a ver, solo espero que sea pronto o moriré de melancolía y me volveré bohemio y meditabundo.
Te amo Princesa, donde quiera que estés. Ojalá encuentres mi blog.