Hola soy Moliere, un perro en la red.
Mi raza es Golden Retriever, aunque no le paro a eso porque perro es perro.
Soy humanista y de izquierdas, por lo que se me puede catalogar como revolucionario y anti imperialista. Tengo un gran olfato político, lo que me ha consagrado como analista y generador de escenarios predictivos. Como soy perro, entro a todos lados como perro por su casa...
...esto si que me ha dado algunas ventajas comparativas. He creado un Blog porque la gente desconoce el punto de vista perruno, no saben que opinamos de la política, del arte y la farándula, de la ciencia y la cultura, desconocen cuales son las cosas que nos hacen reír o entristecer. Si señor, de ahora en adelante... hay un perro en la red.
El nuevo programa de la cadena BBC muestra un sala de situacional, en el que ex altos militares y diplomáticos británicos están jugando a un conflicto bélico en el continente europeo.
La BBC 2 ha estrenado este miércoles 'World War Three: Inside the War Room' ('La Tercera Guerra Mundial: En la sala de guerra'), un nuevo programa de televisión cuyo argumento se basa en una imaginaria invasión rusa de Letonia y posterior lanzamiento de un ataque nuclear contra el Reino Unido.
El programa, de casi una hora, muestra un salón de situación, en el que ex altos militares y diplomáticos británicos están jugando a un conflicto bélico en el continente europeo.
Según el escenario ficticio, que, de acuerdo con la BBC, fue "desarrollado durante muchos meses de investigación y en consulta con militares, expertos diplomáticos y políticos de todo el mundo", los llamados 'separatistas pro-Kremlin' se apoderan de decenas de ciudades en la frontera entre Rusia y Letonia, y Moscú invade al país miembro de la OTAN para apoyarlos.
En respuesta, EE.UU. y el Reino Unido lanzan una ofensiva terrestre contra "las tropas de Putin", después de lo cual, según la BBC, Rusia pulsa el 'botón rojo' y lanza un ataque nuclear contra un buque de guerra de la Armada Real, mientras que al cuarto de guerra se le informa de que Putin ha elegido Londres como su próximo objetivo.
Si se representa a Rusia como un chico malo y al presidente Putin como un ogro que amenaza a la paz mundial, poco a poco la gente aceptará eso
"Tras la crisis de Ucrania y participación de Rusia en Siria, el mundo está más cerca de una confrontación entre superpotencias que en cualquier momento desde el final de la Guerra Fría", sostiene la BBC en el avance del programa, que fusiona escenarios ficticios con imágenes de archivo.
"Este programa tiene como objetivo examinar un escenario que ha sido considerado por los estrategas occidentales desde hace algunos años, es decir, el malestar entre la población de habla rusa en el Báltico, que en el pasado se han quejado de la discriminación, y el potencial de la intervención militar rusa subsecuente en los Estados del Báltico", comentó la cadena británica a RT.
Guerra psicológica
"Eso se llama 'guerra psicológica'", explicó a RT el historiador británico y experto en Rusia Martin McCauley.
"La forma en que se influye en las personas es a través de la repetición, diciendo una y otra vez la misma cosa. Si se representa a Rusia como un chico malo y al presidente Putin como un ogro que amenaza a la paz mundial, poco a poco la gente va a aceptar eso", detalló.
No es la primera vez que Rusia es retratada y recreada como agresor contra un Estado europeo. En otoño del año pasado, Noruega estrenó su serie de televisión más cara,'Okkupert' ('Ocupados'), basada en una imaginaria invasión rusa apoyada por una amplia coalición internacional. La Embajada rusa en Oslo no expresó ninguna protesta formal, mientras que el portavoz de la legación explicó que "la histeria no es el estilo de Rusia".
El senador republicano John McCain ha asegurado en una entrevista con la agencia Sputnik que EE.UU. decidirá el momento en que la Unión Europea podrá levantar las sanciones económicas contra Rusia, a pesar de que esa medida le ha costado millonarias pérdidas al bloque comunitario.
"Es obvio que hay un gran debate entre los europeos para levantar las sanciones. Muchos países (de la UE) están buscando el letrero que indica dónde está la puerta de salida", dijo McCain. "Durante meses vengo escuchando que en muchos países, especialmente en Alemania, hay una enorme presión para que se levanten las sanciones", agregó.
Sin embargo, "la decisión final de los países europeos sobre este asunto depende hasta cierto punto del Gobierno estadounidense", destacó el senador republicano, quien además mencionó que los miembros de la UE pretenden discutir el levantamiento de las sanciones antirrusas en la Conferencia de Seguridad de Múnich que se celebrará la próxima semana.
"Esto no se debatirá abiertamente en la conferencia, pero habrá muchas conversaciones entre los representantes europeos", aseveró McCain.
Efectos de las sanciones para la economía europea
En julio de 2014, la Unión Europea y EE.UU. impusieron sanciones contra Rusia a raíz de la situación en Ucrania, que han sido ampliadas y prolongadas en varias ocasiones. En agosto de ese año, Rusia introdujo un paquete de sanciones en respuesta, que incluyen un embargo para importar una serie de alimentos desde los países que impusieron sanciones en su contra.
Varias naciones de la UE no están conformes con las medidas aplicadas contra Moscú y sus represalias, lo que les ha provocado pérdidas de miles de millones de euros en el comercio con Rusia. En enero pasado el ministro francés de Economía admitió que París tratará de ayudar para que las sanciones sean levantadas en el próximo verano boreal.
Asimismo, los representantes de la Cámara de Comercio Germano-Rusa AHK están convencidos de que las sanciones contra Rusia deben ser revisadas, debido a que "no se nota el efecto político" de esas medidas y afectan seriamente a la industria alemana. Entretanto, en diciembre pasado Italia retrasó la decisión de la UE de prolongar las sanciones económicas, exigiendo que el bloque comunitario volviera a discutir esa medida.
La humillación de Washington a Bruselas
El vicepresidente estadounidense, Joe Biden, admitió que el Gobierno de EE.UU. obligó a la Unión Europea a que impusiera sanciones contra Rusia, a pesar de los riesgos de sufrir daños económicos que eso suponía para la parte europea.
EE.UU. ha organizado una invasión a Europa al pagar a los traficantes de inmigrantes: Una filtración del servicio de inteligencia de Austria ha revelado que organizaciones de EE.UU. gastan sumas extraordinarias en pagar a los contrabandistas que traen a Europa de forma ilegal a miles de refugiados diariamente. Expertos opinan que se trata de una línea geopolítica basada en los principios neomaquiavélicos de estrategas norteamericanos.
Los contrabandistas no traen a los inmigrantes a los países europeos gratis, en dependencia de la región el precio por este viaje puede variar de 7.000 hasta 11.000 euros, informa el diario austríaco 'Info-Direkt'. "No todos los refugiados del norte de África tienen 11.000 euros en efectivo. ¿Nadie se pregunta de dónde sale el dinero?", cuestiona el periódico al referirse a la reciente filtración de un empleado anónimo de la Oficina de Defensa de Austria, que reveló la existencia de un sistema de cofinanciación y contribución al tráfico ilegal de inmigrantes a los países de Europa.
La declaración del agente de la inteligencia austriaca fue analizada por el periodista francés Nicolas Bonnal. En su artículo para el diario 'Boulevard Voltaire' el analista opina que este sistema se usa por EE.UU. para organizar una "invasión a Europa". El autor hace paralelismos con la intervención de Washington en Libia, Siria e Irak. Los conflictos militares en estos países se cobraron la vida de millones de personas y privaron de casas aún a más personas, que se vieron obligadas a buscar refugio en Europa. Además, el autor recuerda los disturbios en Ucrania durante los Juegos Olímpicos de Invierno en Sochi, "cuando sobre Kiev estaban volando los drones de la CNN y la ciudad estaba llena de multitudes con los bolsillos llenos de dólares".
Desde los tiempos del presidente Woodrow Wilson, con el apoyo de Francia y del Reino Unido, "EE.UU. sin parar está organizando las intervenciones, basándose en su mesianismo agresivo y una moneda de reserva", escribe Bonnal. "Solo queda reconocer con admiración que los magos estadounidenses se salen con la suya y sin pagar las consecuencias", indica.
"Después de haber sumido a África en el caos y organizado la invasión a Europa con la ayuda de sus políticos leales como Renzi, Hollande y Merkel, los estadounidenses ponen en práctica los principios neomaquiavélicos de Leo Strauss y de los estrategas al estilo de Wolfowitz. Estos trotskistas fallidos desean gobernar mediante el caos los países, al privarlos de las realidades humanas e históricas, convertirlos en bases, tierras vacías, nidos de drogadictos y centros de refugiados", concluye el analista.
Una fuerza política nacida en Washington tras el colapso de la URSS en 1991 está empujando el mundo al borde de una guerra nuclear, ha declarado el exasesor económico de Ronald Reagan, Paul Craig Roberts.
El desmembramiento de la Unión Soviética dio a luz a una peligrosa ideología norteamericana llamada neoconservadurismo. Hasta entonces la URSS había servido de limitación a la acción unilateral de EE.UU., pero con la eliminación de esta restricción, los neoconservadores declararon su orden y la hegemonía mundial. Desde entonces EE.UU. se ha considerado la "única superpotencia" que podía actuar libremente en cualquier parte del mundo,explica en su sitio web el destacado analista político Paul Craig Roberts.
El poder unipolar que la historia ha dado a Washington tiene que ser protegido a toda costa
"Tenemos un poder global abrumador. La historia nos ha designado como los custodios del sistema internacional. Cuando la Unión Soviética se desmembró, nació algo nuevo, algo completamente nuevo, un mundo unipolar dominado por una superpotencia única sin ningún rival y con alcance decisivo en todos los rincones del mundo. Esto supone un nuevo y asombroso desarrollo de la historia, que no se veía desde la caída de Roma. Ni siquiera Roma es un modelo adecuado para lo que hoy se llama EE.UU.", cita Craig Roberts al periodista neoconservador de 'The Washington Post' Charles Krauthammer, quien resumió en su artículo la "nueva realidad" geopolítica.
"El poder unipolar que la historia ha dado a Washington tiene que ser protegido a toda costa", subraya Roberts. Según el analista, la doctrina Wolfowitz, hecha pública en 1992, se convirtió en la base de esta política neoconservadora de Washington. "Nuestro primer objetivo es evitar el retorno de un nuevo rival, ya sea en el territorio de la antigua Unión Soviética o en cualquier otra parte, que pueda representar para el orden la misma amenaza que anteriormente suponía la URSS", expresa dicho documento. "Este es el factor principal que forma la base de la nueva estrategia de defensa regional, y debemos hacer todo lo posible para prevenir que domine la región un poder hostil cuyos recursos bajo un control consolidado serían suficientes para generar un poder global", se explica en la doctrina.
Craig Roberts considera que las fuerzas neoconservadoras dirigen la política exterior del presidente Obama y promueven acciones agresivas contra Rusia para debilitar económicamente a ese país. El analista asevera que el golpe de Estado en Ucrania y el intento de hacer lo mismo en Siria son acciones dirigidas contra Moscú. Sin embargo, precisa Roberts, Rusia dejó claro que no permitirá el libre desarrollo en Siria de un 'califato' terrorista que en un futuro próximo afectaría también a las regiones musulmanas de Rusia.
Mientras Europa siga siendo una mera extensión de Washington, la perspectiva de un Armagedón seguirá aumentando
El efecto negativo de la presión a Rusia sobre la seguridad regional es aún mayor debido a que Washington lleva a cabo su política antirrusa principalmente mediante sus vasallos europeos, como Francia, el Reino Unido y Alemania. "Mientras Europa siga siendo una mera extensión de Washington, la perspectiva de un Armagedón seguirá aumentando", concluye Roberts. Según él, esta presión geopolítica puede tener dos desenlaces. El primero es el dominio total de Occidente y la derrota económica y militar de Rusia y China. La segunda opción, cree Roberts, es la aparición de una fuerza política independiente en Europa que acabaría con la OTAN, la herramienta principal de EE.UU. para aumentar la tensión en el continente euroasiático.